El Periódico de Andorra entrevista al director general de Unnic, Iván Armengod. A continuación reproducimos integramente la entrevista:
Ivan Armengod ha sido recientemente nombrado director general de Unnic, el nuevo centro de ocio que abrirá en la calle Prat de la Creu el próximo mes de marzo. A continuación, repasa el estado actual de las instalaciones, explica en qué consistirá esta nueva propuesta y qué significará para el país.
–Hace un mes anunciaron que esperan abrir Unnic el 4 de marzo. ¿Será posible terminarlo todo por ese día?
–Estamos trabajando para que esa fecha sea real. Nos reunimos con los equipos de obra día sí, día no para repasar las tareas existentes y, en principio, hicimos una reunión y podemos decir que estamos dentro de los plazos para llegar a abrir el 4 de marzo. Es nuestra esperanza.
–¿Cómo están evolucionando las obras?
–Por toda la situación de mercado actual ha habido retrasos. En ese momento, hay más de 80 operarios trabajando en un continuo, y creo que la obra está yendo a unos ritmos muy avanzados. Toda la parte más pesada se está acabando, y ahora comienza el embellecimiento. Pienso que en cuestión de un mes veremos muchas partes terminadas.
–¿Cuáles son las zonas con las que están trabajando por ahora?
–Las plantas del casino ya las tenemos casi terminadas y queda poco. Se ha empezado a poner la iluminación, están todas las paredes terminadas, y el mobiliario lo tenemos también. De entrada, próximamente pondremos la moqueta y ya tendremos esta zona cerrada para poder amueblarla. Asimismo, tenemos diferentes equipos trabajando en cada una de las zonas del edificio, y creemos que a principios o mediados de enero tendremos las plantas del casino terminadas.
–¿Cómo se organizará Unnic por plantas?
–Cada una de ellas tiene altura doble y hay altillos. Por tanto, la planta cero y la primera planta son las destinadas al juego, y es donde se ubicarán las máquinas y la parte del casino. Después tendríamos la tercera planta, donde se emplazará todo el show dinner y el discobar, que son espacios en los que haremos espectáculos y habrá música en directo. En la última planta, que sería la cuarta, tendríamos la restauración, que estará abierta con una terraza que da frente a la calle Prat de la Creu, pero también cuenta con una zona interior. A la restauración de la azotea puede acceder todo el mundo porque está abierta al público. Sin embargo, Unnic tiene restauraciones propias dentro del casino, al que no pueden acceder los menores de 18 años.
–Unnic, en un principio, quería inaugurarse este otoño, pero problemas como la falta de mano de obra han retrasado la apertura…
–El problema de mano de obra en Andorra creo que no solo en la construcción, sino en muchos sectores, sigue siendo latente. Hoy en día, tenemos a los trabajadores necesarios como para acabar la obra en las fechas que nos hemos marcado. ¿Por qué no terminó en otoño de este año? Seguramente fue un cúmulo de muchas cosas. Ha habido una escasez de todos los materiales, desde cemento hasta cuadros eléctricos, que sumado al retraso que ha habido desde el inicio no ha permitido estar ahí. La fecha más acertada creo que es en marzo, apretando, porque los operarios están trabajando de lunes a sábado para llegar.
–¿Unnic tendrá más de una entrada?
–Sí. Tendremos un acceso por la calle Prat de la Creu, pero desde la quinta planta también se podrá entrar o bien por la plaza del Poble, mediante unas escaleras, o bien por una pasarela que enlazará el edificio con la avenida Meritxell. De hecho, el pasado miércoles se empezaron a colocar las vigas que aguantarán la pasarela que unirá las instalaciones con el centro.
–Están contentos de poder unir a Unnic con la avenida Meritxell…
–La verdad es que sí, porque gana muchísimo. Éste también es un compromiso que llegamos con lo común y con todos los propietarios que hay en estos espacios, que debemos agradecerles que nos hayan ayudado a hacerlo realidad.
–¿Cómo ha visto el Comú de Andorra la Vella la construcción de Unnic y de un casino en su parroquia?
–Yo creo que muy bien. Primero, lo común ve que Unnic puede ser un motor más de país, al igual que Caldea, el comercio, el sector bancario, la hostelería o el esquí. El hecho de que esté ubicado en la parroquia de Andorra la Vella será un generador de tráfico para la parroquia muy importante, ya que final no sólo crea puestos de trabajo para el propio complejo, sino que también genera trabajos adyacentes de muchas empresas o personas que dan servicio a Unnic. Paralelamente, aparte de las tres plantas de parking propio que tenemos, también dedicaremos una planta entera con el parking del común y, por tanto, de alguna forma nos está ayudando para intentar tener un espacio referente y dar un servicio muy bueno , tanto si vienes a comer, como a tomar una copa, a ver un espectáculo oa jugar.
Y, entrando en el ámbito de la restauración, explicaron que habría una estrella Michelin en Unnic. ¿Se puede decir ya quién será?
–Unnic tiene socios de Andorra y también un socio español, que es Grupo Orenes. Dado que la restauración la estamos trabajando con ellos, tenemos la posibilidad de tener a un chef de renombre con una estrella Michelin como es el Nazario Cano. Él será el que nos puede organizar y montar toda la carta, aunque esto no quiere decir que nosotros no tengamos chefs propios o locales para, de alguna forma, andorranizar la carta que pueden ofrecernos, en este caso, desde Murcia . La cocina que ofreceremos creo que será de un nivel muy bueno gastronómicamente, abierta a todos los públicos, y también tendremos diferentes tipologías de platos y cartas que los adaptaremos con chefs locales del país, que tenemos muy buenos.
–¿Los locales de restauración interiores serán propios?
–En principio, todos los locales serán propios. Tendremos la cocina centralizada y después, en estos espacios tendremos una cocina distinta. Por ejemplo, en el sports bar se ofrecerán hamburguesas, bocadillos… Una gastronomía más adaptada para ver algún evento deportivo. Además, tendremos otra cocina, quizá no tan compleja como la que hay en el restaurante. Todo se nutre del mismo espacio, es decir, son tres conceptos distintos pero que salen del mismo corazón.
–El público que quieren acoger en el casino abarcará todo tipo de perfiles, pero habrá una zona VIP. Para quien está dirigida, ¿cómo se podrá acceder y cómo será?
–Tanto en la restauración como en el juego o la zona de espectáculos, tenemos distintos espacios más bien reservados, a los que puede acceder cualquier persona que quiere un espacio íntimo por la razón que sea. Los alquilaremos y quizás tendremos una cocina diferente. Esto estará tanto en la restauración como en zonas de eventos, donde quizás alguien quiere estar cenando ya la vez mirar el espectáculo en un ambiente más privado.
–Toda la maquinaria que se ofrecerá será nueva. ¿Qué productos van a incorporar?
–Dentro de la parte de juego tendremos unas 150 máquinas, y será una opción completamente nueva en Andorra, porque no hay espacio que tenga una ruleta, el BlackJack o el póquer. Por otro lado, es cierto que en el Bingo ya hay un par de máquinas, pero en el casino habrá muchas más, de última tecnología y de distintos proveedores.
–¿Se limita el porcentaje de ganadores en el casino?
–Con las máquinas de juego hay un regreso del que juegas a lo que ganas muy importante por el cliente. A medida que uno va jugando tiene una recurrencia muy relevante de recuperarlo. Al ser el azar el que gana, el regreso puede ser incluso de todo o nada, porque en algún momento puedes jugar en la ruleta rusa, apostar por el número tres, que te toque y ganarlo todo. Pero también puede que no toque y perderlo todo.
–Aunque quieren promover un consumo responsable del juego, algunas personas culpan a los casinos de generar ludopatía. ¿Hasta qué punto tienen la responsabilidad y cómo actúan para evitar que ocurra?
–El sector del juego, como todo el mundo sabe, tiene gente a favor y en contra. Nosotros, en la parte del casino, tendremos unos controles que seguramente serán los más elevados del sector del juego. El problema está en otros aspectos como el juego online, ya que puedes conectarte con 12 años y en cualquier página web, o las salas que tienen un uso más permisivo del casino. Pero todo esto son aspectos que nosotros no tocamos porque tenemos unos controles de acceso muy elevados. En otros países, las regulaciones quizás sean más laxas, pero en Andorra pienso que el sistema es muy proteccionista para todos, e independientemente de ello, haremos lo que haga falta y más para que esté muy bien controlado.
–¿Cómo valora la colaboración con la Policía?
–La colaboración tanto con la Policía como con los organismos públicos o las empresas privadas es buenísima. Lo que intentamos con la Policía es estar compenetrados con las acciones que debemos tomar, y seguiremos sus directrices. De hecho, no sólo con la Policía, sino también con los ministerios relacionados con nuestra actividad estamos colaborando continuamente para intentar ayudar y proponer nuevas medidas que fomenten un juego responsable.
–Por otra parte, para garantizar la seguridad del casino han introducido la tecnología facelock de reconocimiento facial. ¿Cómo funcionará?
–Para entrar en un casino todo el mundo debe registrarse por la protección de las personas que acceden, que no pueden ser menores de 18 años y tampoco pueden aparecer en ninguna lista previa para preservar aspectos como la ludopatía. El facelock es una herramienta que nos da una doble seguridad porque la persona no sólo se registra con el pasaporte o el DNI para acceder, sino que también tiene un reconocimiento facial y le autoriza a poder entrar en el espacio. Existe un doble control.
–¿Cómo se protegerán todos estos datos?
–Tenemos una compañía contratada para darnos servicio en este tema, ya que tenemos muchos datos y debemos preservarlos según la ley vigente, y lo mismo en el reconocimiento facial. Nuestra intención es cubrir todo lo que diga la Ley de protección de datos, como no puede ser de otra forma.
–¿Se puede vetar a un cliente de entrar en las instalaciones?
–Sí, a diario se recibirán unas listas que, o bien por mutuo propio no quieren entrar en un espacio, o que están de alguna forma bloqueadas para poder acceder por algún caso de ludopatía. En esto seremos muy cuidadosos porque nuestra intención es fomentar un juego responsable.
–¿La formación de crupiers ya ha finalizado?
–La formación la tenemos casi finalizada. En enero enviaremos a un grupo de personas de España para hacer la última parte en un casino con clientes reales y es la última parte de la formación. Empezamos con un grupo de personas que han ido pasando diferentes etapas, procesos y pruebas para asegurar que tengan el nivel adecuado, y ahora, las personas que ya están seleccionadas son las que acabarán de formarse en España.
–De las personas que se inscribieron, ¿cuántas se van a graduar?
–Aproximadamente, ha habido un filtro de un 25 o 30% que o no ha podido continuar o no ha pasado los procesos de verificación. Cuando terminamos el proceso, quizás hay alguna persona que tampoco continuará, pero entre los que estamos formando y los que tenemos ya formados, en principio tenemos una plantilla bien cubierta.
–El propósito inicial era que la gran mayoría si no todos de los trabajadores fueran andorranos. ¿Se ha logrado?
–Con esto hemos tenido una buena respuesta. Cuando abres un casino de cero, siempre debe haber entre un 25 o 30% de plantilla que ya tenga experiencia en casino. Por tanto, de alguna forma ya teníamos que contar que un 30% vendría de otros lugares. Así, tenemos más o menos, de una plantilla de unas 75 personas, un 30% que viene de casinos como el de Madrid o Barcelona, con una experiencia muy grande, y el resto son los que vienen de la escuela y son residentes en Andorra.
–¿Cómo están yendo los procesos de selección de personal?
–Nosotros, como comentamos recientemente, estamos trabajando para llevar a todos los equipos a Unnic, y ahora estamos abriendo los procesos de selección. Contamos con toda la parte de juego cerrada con el personal contratado, y estamos empezando a abrir las ofertas de la parte de restauración. Éste es el foco que tenemos para finales de septiembre y principios de enero. Concretamente, estamos empezando a captar cabezas de cocina, cabezas de sala, metros… Y cuando lo tengamos todo cerrado, aterrizaremos la parte de los camareros, cocina y todo este grupo. Debemos pensar que debemos contratar a unas 100 personas, y ahora estamos en este punto. Esta semana estamos publicando algunos anuncios en nuestra página web, y estamos recibiendo unos 100 currículums al día.
–¿Se han marcado algún propósito económico?
–Ya funcionamos con presupuestos desde el primer año, pero todo el arranque de cualquier proyecto tiene unos inicios más complejos, porque tienes que regular bien el gasto, controlar todas las inversiones que se han hecho… Pero sí, tenemos un plan trazado a cuatro-cinco años con importantes retornos de inversión y esperamos que vaya bien. Creemos que va a arrancar fuerte, pero veremos el punto de maduración del negocio hacia el tercer año, que es cuando esperamos tener los niveles que estamos visualizando que podemos tener de rentabilidad de este negocio.
–¿Qué le diría a las personas que están en contra de la construcción de Unnic?
–Cuando salió un concurso público para adjudicar una licencia de casino, se presentaron muchas compañías. Creo que debemos ver a Unnic como un proyecto que servirá como dinamizador del país, que no sólo sirva para tener un espacio más de restauración u ocio, sino también un complejo que no existe a muchos kilómetros alrededor.